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quinta-feira, 9 de fevereiro de 2012

Vivir más y mejor, ¿gracias a lo nano?


Sonia González Criado

David Willets, ministro británico de Ciencia, en la conferencia de Londres.| Sam Friedrich
David Willets, ministro británico de Ciencia, en la conferencia de Londres.| Sam Friedrich

En estos tiempos en que la medicina ha conseguido aliarse con el ser humano, que la esperanza de vida es más alta que nunca y que el bienestar es uno de los 'leit motiv' de la civilización, ¿podemos aspirar a mejorar? O, lo que es lo mismo, ¿puede la nanotecnología contribuir a que vivamos más y mejor?
Esta pregunta es la que ha planteado el diario británico The Guardian a una serie de científicos expertos en la materia, en el contexto de una jornada organizada por el rotativo para dilucidar la seguridad de este tipo de ciencia.
La respuesta, a tenor de los resultados, abre un amplio campo de posibilidades. Para Mark Miodownik, responsable del Grupo de Investigación de Materiales del King´s College de Londres, el mejor ejercicio consiste en comparar las células de nuestro organismo con los trenes o los coches de una gran ciudad, que sería el cuerpo. "Si podemos mover las células como si fuesen vehículos, eso significa que podemos crear tejidos, crear órganos... en definitiva, incluso cambiarte como persona".
La frase abre el melón de las dudas. Kostas Kostarelos, director del Centro para la Investigación de Medicamentos de la Escuela de Farmacia asociada a la Universidad de Londres, considera que la pregunta tiene dos caras. Por un lado, están los beneficios asociados a este tipo de tecnología, que pueden constituir increíbles avances en el campo de la medicina. Por otro, están los riesgos asociados precisamente a estos avances. "El reto consiste en comprender la dicotomía implícita en la nanotecnología", explica, antes de poner como ejemplo los nanotubos de carbono.

Control de riesgos

¿Son los nanotubos de carbono la herramienta de ingeniería con la que siempre hemos soñado?, se pregunta Kostarelos. 
"Por un lado, gracias a este material hemos desarrollado las nano-agujas, con las que podemos administrar la cantidad de medicamento exacta en la célula que específicamente lo necesite", especifica, "pero en su lado negativo han acarreado problemas de toxicidad en el pasado".

¿Significa eso que debemos fiarnos de la nanociencia? "La medicina es uno de los campos más seguros para la nanotecnología porque todo está muy severamente regulado", explica Kostarelos.
"
Cuando un doctor inyecte un nanomedicamento, significará que dicho tratamiento ha pasado por años y años de investigaciones y comprobaciones científicas", añade.
De la misma opinión es Leonard Fass, quien considera que la nanotecnología es claramente el futuro de la ciencia médica. "Con pequeños avances, podríamos conseguir los resultados de un análisis de sangre en 10 minutos, durante el transcurso de una cita médica, en lugar de tener que esperar días".
 Para Fass, entre los avances más importantes que acarrearía el desarrollo de estas técnicas, se encuentran el seguimiento terapéutico a distancia, la regeneración de tejidos y la administración de medicamentos de acuerdo a terapias dirigidas.
En relación a la medicina, concretamente respecto a la circulación sanguínea, también se manifiesta la cirujana vascular Shervanthi Homer-Vanniasinkam. "Un tercio de todas las muertes que se producen en Europa y América del Norte tienen que ver con una enfermedad cardiovascular. Pero ya hay estudios que demuestran que, gracias a las nanopartículas, podemos detectar un trombo antes de que ocurra", asevera.
Y, preguntada por la seguridad de los nuevos avances, Vanniasinkam ironiza: "Todos los días, cinco millones de personas toman el riesgo de montarse en un avión para ir a cualquier lugar el mundo. ¿Alguna de esas personas solicita a la aerolínea la documentación de que todo está regulado?"

Fonte: El Mundo
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REFLEXÃO:
Não posso deixar de refletir sobre o que comentou o cirurgião vascular  Shervanthi Homer-Vanniasinkam  quanto ao fato de se tomar um avião e solicitar a documentação sobre a seguridade que há naquele veículo e o uso de nanotecnologia na administração da vida.

Até a construção segura de que os aviões estavam aptos a representar um meio de transporte efetivo e garantidor de segurança, levou-se tempo e muito estudo.
A avaliação de risco de qualquer coisa engendrada pelo ser humano deve passar pela percepção de segurança que a população tem.

Caso criassem os aviões e nos primeiros 100 vôos caíssem 99% e matassem milhares de pessoas, com certeza esse tipo de transporte não seria aceito pelos possíveis utentes.
É o caso da nanotecnologia. Há necessidade sim de investigação para avaliação da segurança deles. E é preciso informação à população. Sem isso estamos pisando em terreno desconhecido e que muitos com certeza terão receio em trilhar. 
Aceitar a nanotecnologia como se aceita o uso de aviões para transporte de pessoas vai levar algum tempo, sendo que aquela ainda não passou pelos testes de segurança que este passou.
E para o sr. Vanniasinkam pensar: o fato de os aviões serem seguros hoje em dia, não evita que eles caiam e matem centenas de pessoas!

O diferencial em relação à nanotecnologia, deve-se ao fato de que se trabalha no nível do átomo, molécula a molécula. E qualquer descuido em se tratar, por exemplo, com um nanoproduto que será injetado na corrente sanguínea de pessoas que possuam certo tipo de doença e que desencadeie morte ou percalços maiores nem se compara em seus efeitos. Pois além de poder ceifar a vida desses utentes em questão, pode também abarcar problemas no meio ambiente, nas mutações genética de animais, na poluição dos rios e demais problemas.

Ou seja, caiu um avião, morre (infelizmente) centenas de pessoas. Usou-se a nanotecnologia sem as devidas avaliações de riscos e testes de toxicidade, morre várias pessoas direta e serão afetadas outras tantas pessoas e o ambiente indiretamente.
Então meu caro Vanniasinkam, atenção para não comparar coisas diferentes com o desiderato de sentenciar a segurança de algo que ainda não é seguro definitivamente. Esperemos os desenvolveres da ciência.