El Centro Tecnológico ha realizado un estudio de toxicología in vitro de las Nanofibras de Carbono de Grupo Antolin, multinacional española dedicada a la fabricación de componentes para el interior del automóvil
La National Nanotechnology Initiative, organismo de referencia internacional, define la nanotecnología como el conocimiento y control de la materia en dimensiones situadas entre 1 y 100 nanómetros, que permite la creación de materiales con propiedades únicas.
Debido a su novedad, no son muchos los estudios científicos sobre los posibles riesgos para la salud derivados del empleo de nanopartículas, motivo por el que en 2010 Grupo Antolin puso en marcha un Proyecto de I+D+i con GAIKER-IK4, Centro Tecnológico con el que colabora desde hace una década.
Proveedor global de componentes para el interior del automóvil, Grupo Antolin quería analizar la toxicidad de las nanofibras de carbono que emplea para mejorar las propiedades de sus materiales en sus procesos de fabricación (conductividad eléctrica, comportamiento al fuego…). El estudio, recientemente concluido, se ha centrado en el análisis de tres aspectos fundamentales:
Las nanopartículas y, en el caso que nos ocupa las nanofibras de carbono, tienen propiedades eléctricas, mecánicas y químicas nuevas que pueden mejorar las prestaciones de los materiales a los que se incorporan. De igual modo, estas nanofibras tienen efectos muy diferentes a los de los mismos materiales en tamaños macro o convencionales, pudiendo presentar características toxicológicas diferentes, que podrían llegar a suponer un riesgo para la salud humana.
Debido a su novedad, no son muchos los estudios científicos sobre los posibles riesgos para la salud derivados del empleo de nanopartículas, motivo por el que en 2010 Grupo Antolin puso en marcha un Proyecto de I+D+i con GAIKER-IK4, Centro Tecnológico con el que colabora desde hace una década.
Proveedor global de componentes para el interior del automóvil, Grupo Antolin quería analizar la toxicidad de las nanofibras de carbono que emplea para mejorar las propiedades de sus materiales en sus procesos de fabricación (conductividad eléctrica, comportamiento al fuego…). El estudio, recientemente concluido, se ha centrado en el análisis de tres aspectos fundamentales:
• La corrosividad e irritación dérmica, evaluada mediante un modelo in vitro de epidermis reconstituida.
• La irritación ocular, que se ha analizado mediante el análisis in vitro de dos parámetros en muestras de sangre humana.
• Y el posible efecto mutagénico del compuesto en el organismo evaluado mediante el Test de Ames. Este test estandarizado evalúa el comportamiento de diferentes cepas de la bacteria Salmonella a la exposición a la sustancia (en este caso, las Nanofibras de Carbono de Grupo Antolin) y permite determinar su grado de mutagenicidad.Todos los resultados arrojados en el marco de la investigación han sido negativos, por lo que se ha podido concluir que el empleo de las nanofibras de carbono del Grupo Antolin, no es tóxico para la salud a nivel dérmico, ocular, ni induce mutaciones en las condiciones ensayadas. Ahora hay que realizar los correspondientes ensayos adicionales in vivo, que corroboren los resultados obtenidos in vitro.
En un futuro próximo, la multinacional española -que opera en 25 países y cuenta con 96 plantas distribuidas por todo el mundo- planea ampliar la investigación analizando la toxicidad por inhalación (por vía respiratoria) de sus nanofibras de carbono con el objetivo de ofrecer las máximas garantías de seguridad.