Nanotecnología para transformar conocimiento en PIB

A veces no es fácil de comprender el impacto positivo que tiene en la economía la generación de conocimiento en torno a las nanociencias. Pero resulta muy sencillo cuando se tiene la ocasión de conversar con Antonio Porro, coordinador del Programa Nano de Tecnalia.  
Porro, uno de los arquitectos que idearon la reorganización del equipo especializado en nanotecnología de la corporación tecnológica vasca, explica con paciencia, entusiasmo y precisión que el principal criterio que los ha guiado en esta misión ha sido crear “oportunidades de negocio para las empresas”. ¿Cómo? “Transformando conocimiento en PIB”.

La suma de capacidades en nanociencia y nanotecnología de Tecnalia ha resultado en un equipo distribuido en varias sedes con más de 100 personas especializadas, más de un tercio de las cuales son doctores en disciplinas como la química, la física o la biología.

En Tecnalia han interiorizado que el mundo nano ha sido señalado por la Unión Europea como una de las tecnologías facilitadoras clave para la transformación económica. 

Por eso han reorganizado sus actividades nanotecnológicas en cinco divisiones dedicadas específicamente al desarrollo de soluciones para sectores determinados: construcción sostenible; energía y medio ambiente; industria y transporte; salud; y tecnologías de la información y de la comunicación.

El objetivo de esta división sectorial, además de crear sinergias e incrementar la coordinación, es “tener siempre la vista puesta en la orientación al mercado de nuestras soluciones”. No obstante, Tecnalia también ha identificado cuatro áreas temáticas de interés (nanomateriales, nanofotónica, simulación computacional multiescala y seguridad). El cruce de estas cuatro áreas temáticas con las cinco divisiones sectoriales sirve al Programa Nano de Tecnalia para definir el equipo más adecuado y utilizar los recursos de la manera más eficiente. “De este modo, logramos responder con agilidad para obtener nuevo conocimiento e incorporarlo de la mejor y más rápida manera posible”, apunta Porro.

 Cooperación

“Tecnalia ha incorporado la lógica de la innovación abierta a su manera de trabajar. Las alianzas y la cooperación son clave en la visión que ha dirigido la configuración del Programa Nano”, asegura Porro. 

Una de las alianzas más importantes es la que los une con el Centro de Investigación Cooperativa CIC nanoGUNE, vínculo que proporciona a Tecnalia contacto directo con la investigación de frontera más actual en el ámbito de la nanociencia. Según Antonio Porro, “nuestra implicación con el CIC es tan importante que incluso estamos implicados en sus órganos de gobierno”.

 

El Programa Nano también mantiene vínculos de asociación con la Unidad Asociada de Materiales Nanoestructurados y Eco-eficientes del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y entidades como Euskampus, el Campus de Excelencia de la UPV/EHU, además de mantener un contacto fluido con organizaciones como el Massachusetts Institute of Technology (MIT) o la Universidad de California Berkeley.

El íntimo contacto con la investigación, clave en un ámbito tan tecnológico como el de las nanotecnologías, no se limita al contacto con entidades de investigación y académicas. El propio trabajo interno del Programa Nano ha desembocado en el registro de 10 familias de patentes y la dirección de 13 tesis doctorales a cargo de los profesionales de Tecnalia.

Conocimiento para crear oportunidades de negocio, esa es la consigna del Programa Nano de Tecnalia. 

Antonio Porro lo tiene muy claro y lo resume con estas palabras: “Nuestro objetivo es la creación de aplicaciones de nanotecnología con el objetivo de generar riqueza y bienestar”.

Fonte: nanoBasque